Noticia tomada de: https://www.semana.com/mejor-colombia/articulo/incursionar-en-mercados-internacionales-con-innovacion-y-tecnologia-el-reto-para-los-antioquenos/202211/
La meta es reducir la dependencia de los productos minero-energéticos para crecer las ventas de bienes y servicios con valor agregado.
Desde hace varios años se ha evidenciado la necesidad de transformar la dinámica exportadora del país para depender cada vez menos de los hidrocarburos. Aunque en el sector agroindustrial hay grandes expectativas, lo que está sucediendo en términos de innovación, conocimiento, creatividad y servicios ha hecho que Antioquia siga siendo protagonista. Este departamento es responsable de más del 20 por ciento de las exportaciones colombianas y ejemplifica muy bien la dinámica sugerida por los expertos: diversificar, transformar y agregar valor para ser menos vulnerables.
Rodrigo Patiño García, gerente de Analdex Antioquia, advierte que aunque el sector minero-energético representa el 60 por ciento de las exportaciones, los precios de estos productos son muy volátiles, están sujetos a las fluctuaciones bursátiles, cambiarias o geopolíticas. Por eso, “producir y exportar bienes agroindustriales, manufacturas de media y alta tecnología, y servicios de alta complejidad a mercados de mayor crecimiento mundial permitiría una mayor participación de las mipymes en el total del valor exportado, y generaría un impacto positivo en los salarios y la rentabilidad de las empresas”, afirmó Jaime Echeverri Chavarriaga, vicepresidente de Desarrollo Empresarial y Competitividad de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.
De acuerdo con cifras de esta entidad, 1.954 empresas antioqueñas realizaron ventas al extranjero por un valor superior a los 5.500 millones de dólares durante 2021. El 86,5 por ciento de estas compañías hacen parte del segmento mipyme. Así mismo, cada año cerca de 340 empresas, en promedio, incursionan en mercados internacionales y solo el 1 por ciento de estas representa el 58 por ciento del total exportado. Para Mauricio Alviar Ramírez, decano de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad EIA, el reto es grande.
“La diversificación de las exportaciones da cuenta de una transformación productiva tendiente a insertarse más en el mercado mundial, lo cual requiere aumentar la productividad total de los factores de producción: Antioquia presenta un Coeficiente de Apertura Exportadora (CAE) muy bajo, es decir, las exportaciones sobre el PIB. Si bien es hoy la región más exportadora de Colombia, el departamento sigue siendo bastante cerrado con un CAE de apenas 22 por ciento, comparado con el 34 por ciento del país”.
Potencial exportador
Patiño García advierte que si bien las exportaciones desde el departamento están muy enfocadas en materias primas tradicionales como café, oro, plátano o flores, se ha ampliado el portafolio hacia bienes y servicios que implican la transformación de las mercancías. “La meta es afianzar en los emprendedores su potencial exportador. Se han creado escenarios para motivar la transformación de mercancías, que haya valor agregado de los productos básicos porque esto significa que los bienes se venden a mejor precio y son más apetecidos en los mercados internacionales. Se buscan emprendimientos que tengan el ADN de la internacionalización, que desde la definición de su misión y visión esté el posicionamiento en los mercados internacionales” explicó.
El idioma universal será el de las energías limpias. Según Echeverri Chavarriaga, “la transición hacia energías renovables abre amplias oportunidades y privilegia las decisiones y las iniciativas de exportación hacia proyectos de generación de energías alternativas y todos los subsectores relacionados”. Alviar Ramírez añadió que las políticas de transformación productiva demandan una “recalificación de la mano de obra y mayor articulación entre el conocimiento y las empresas. Se necesita un sistema de incentivos para fomentar la innovación, la certificación de productos, la creación de patentes y licenciamientos”.
Ese potencial también está en las industrias 4.0, con negocios de desarrollo de software, diseño de aplicaciones, empresas en ciencia y tecnología, medios audiovisuales, televisión y producción musical, entre otros. A todo lo anterior se suman las oportunidades que genera la tasa de cambio, pues este es un país en el que por cada exportador existen tres importadores. Además, hay firmados 17 acuerdos comerciales, que significan acceso a más de 1.500 millones de consumidores en el mundo y la posibilidad de explorar nuevos mercados. Hace 15 años diversificar era una meta de largo plazo para el departamento, hoy es un logro tangible, que se muestra en cifras, en resultados que pueden ser ejemplo para el resto del país, pues Antioquia quiere seguir marcando el rumbo.
¿Volver a Venezuela?
En el ambiente empresarial antioqueño está la expectativa de una reactivación comercial con el vecino país. Según la Cámara de Comercio de Medellín, en 2007 Antioquia exportó a Venezuela 1.193 millones de dólares, en 2021 esa cifra fue solo de 31 millones de dólares. Para los expertos, regresar a ese mercado natural significa un proceso que pasa por recuperar la confianza y garantizar rapidez y transparencia en los mecanismos de pago.
Rodrigo Patiño, gerente de Analdex Antioquia, agregó que “hay retos por sortear desde el punto de vista político, económico y sanitario. También es importante recordar que Venezuela tiene sanciones internacionales para el manejo de divisas y una de las lecciones aprendidas es que en este esquema hay que valerse de los mecanismos de pago. Justamente es allí donde tenemos que poner el foco”.