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Antioquia podría aportar derivados de café, galletas y hasta aguardiente, pero piden estabilidad jurídica.
Con confites, productos de panadería, pastas, frutas conservadas, preparaciones alimenticias, jaleas y mermeladas, salsas, extractos y esencias de café, galletas, café liofilizado, y crustáceos conservados, entre muchos otros más, Colombia tiene la oportunidad de aumentar un 250% sus exportaciones agroindustriales a Estados Unidos durante los próximos cuatro años.
Así lo destaca María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana, Amcham Colombia, quien referencia los resultados de un estudio hecho por ese organismo binacional en el cual se menciona cómo los despachos del sector en cuestión podrían pasar de US$400,2 millones (2021) a más de US$1.399,9 millones en 2027.
Según Lacouture, Antioquia podría dar una mano grande en ese propósito, en tanto es potencia en derivados de café, galletas, productos de panadería, aguardiente, ron o aceites de palma refinados.
Además, en el entendido de que la tarea principal para explotar ese potencial la tendrá el actual Gobierno, la ejecutiva menciona la estabilidad jurídica, los mecanismos de financiación que permitan el desarrollo de las zonas rurales y la infraestructura como las tareas por hacer en ese sentido.
Mientras que del lado estadounidense, agrega, se debe mantener y fortalecer la promoción de Colombia como proveedor, enfatizando en la calidad de sus productos y los beneficios arancelarios gracias al Tratado de Libre Comercio (TLC) que arrancó hace 11 años.
De hecho, el país ha venido consolidando una importante clientela de sus bienes agroindustriales allí: Texas, Florida, Nueva Jersey, California, Nueva York, Nevada, Missouri, Illinois, Delaware, Georgia, Michigan, Virginia, Pennsylvania y Wisconsin son los estados que más los demandan.
Toque agridulce
No obstante estas posibilidades, este año surgen nubarrones para el intercambio comercial con Estados Unidos luego de que la Reserva Federal (FED) de ese país advirtiera que su economía podría entrar en recesión en el cuarto trimestre.
“Para este año preveíamos unas ventas al exterior cercanas a los US$60.000 millones (en total). Sin embargo, el panorama que proyectan en Estados Unidos nos indica que nuestro principal socio comercial podría demandar menos productos. Además, habría un efecto dominó, ya que, al ser la principal economía a nivel mundial, tendría un efecto en países como México, que también disminuiría sus compras provenientes de Colombia y de otros orígenes”, indicó Javier Díaz, presidente de Analdex, el gremio nacional del comercio exterior.
Según él, el intercambio comercial en Colombia también afronta otros dos desafíos. De un lado “en los primeros meses del año ha habido casi que tres bloqueos por día (en el país), lo cual dificulta la cadena logística”, mientras que China, la otra potencia global, está importando menos y eso limita las ventas.
En todo caso, Analdex valoró que los envíos de los empresarios colombianos a Estados Unidos sumaron US$3.216 millones durante el primer trimestre, lo cual significó un leve crecimiento del 0,9% frente al mismo período de 2022, al tiempo que las importaciones desde ese territorio bajaron 2,9% a US$4.420 millones.
De igual modo, el gremio compartió algunas cifras en el marco de los 11 años del TLC y se observa a Antioquia, Bogotá, Atlántico, Cundinamarca, Bolívar, Valle del Cauca, Huila, Caldas, Casanare, Meta y Santander como los departamentos que más han exportado en este lapso.
Estrechar lazos
Aunque desde campaña el presidente Gustavo Petro mostró sus intenciones de renegociar el TLC con Estados Unidos, desde Amcham Colombia se vio con buenos ojos la reciente reunión que el Jefe de Estado sostuvo con su par estadounidense Joe Biden.
Para la cámara binacional se debe aprovechar “la afinidad de los jefes de Estado en temas como la transición energética y la lucha a favor de la seguridad alimentaria” y no es despreciable lo que Colombia ha logrado en los últimos 11 años, en los que, por ejemplo, pasó de exportar 5.500 a 11.500 productos.
Así, abogó por no pensar en plantear en incrementar los aranceles, lo que a su gusto eliminaría la competitividad de los productos colombianos y haría que los compradores buscaran a proveedores que ofrezcan mejores precios.
En este escenario, el ministro de Comercio, Germán Umaña, parece haberle cerrado la puerta a la renegociación del TLC, pues aseguró que no se está pensando en eso, sino que se está haciendo un balance de estos 11 años y posteriormente habrá una Comisión de Comercio que busque mejorarlo.