En entrevista con Juan Fernando Loaiza, investigador del Observatorio de Moda de Inexmoda, analizamos la caída de las exportaciones de moda, su contexto global y las oportunidades emergentes.
La industria textil y de confecciones es la séptima más comercializada a nivel mundial. “De cada 100 dólares que el mundo comercializa, cuatro tienen que ver con moda”.
Con estos datos Juan Fernando Loaiza, investigador económico y de mercado del Observatorio de Moda de Inexmoda, habla con EL COLOMBIANO y explica la importancia de la industria textil y el sistema moda, con ocasión de la realización de Colombiatex 2025, en Plaza Mayor en Medellín. “Es un sector presente en el día a día de todos, pero su dinámica ha cambiado con los años y las crisis recientes”.
Factores que afectaron las exportaciones
Desde la pandemia de la covid-19, la relocalización de cadenas de suministro y un cambio en las prioridades del consumidor han afectado el comercio de moda. “El consumidor empezó a preguntarse qué era realmente necesario. Se priorizaron alimentos, salud y bienestar, y luego, experiencias”, comenta Loaiza.
Esto llevó a un auge de compras en 2021 y 2022, conocido como “compras de venganza”, seguido de una ralentización en 2023 y 2024. “China, que representa el 30% de las exportaciones globales de moda, decreció un 8%. En contraste, mercados europeos como Italia, Alemania y Francia han crecido”.
En Colombia, el mercado creció un 4% en 2024, impulsado por un aumento del 3% en precios y del 1% en unidades vendidas. Sin embargo, la disminución del gasto en mercados clave como Ecuador, Perú y Estados Unidos ha impactado negativamente las exportaciones.
A pesar de la caída en exportaciones, hay oportunidades. “El paquete completo, que permite a marcas extranjeras desarrollar su producto en Colombia, es un camino atractivo”, indica Loaiza. Además, sectores como el diseño de autor, ropa resort, swimwear, activewear y ciclismo tienen gran potencial.
El denim también sigue siendo clave. “Aproximadamente el 10% de la moda global involucra mezcla. En Colombia, esto representa una oportunidad para generar valor y adaptarse a las necesidades del consumidor moderno”.
El reto del fast fashion y el comercio electrónico
El auge de plataformas como Shein, Temu y Alibaba ha cambiado la competencia. “Colombia tiene 72.000 empresas en el sector moda, muchas de ellas enfocadas en descuentos y promociones”, dice Loaiza. Y agrega: “El consumidor colombiano busca ofertas, pero también empieza a valorar la sostenibilidad”.
El e-commerce representa apenas el 5% del mercado colombiano, comparado con el 30% a nivel mundial. “Es una gran oportunidad para las marcas locales que quieran expandirse”.
Además, el sector enfrenta una balanza comercial negativa en materia textil, ya que importa muchas materias primas. “Si bien los aranceles pueden proteger a los productores locales, también pueden aumentar los costos para el consumidor final”, advierte Loaiza al decir que, por eso, la clave para las marcas es la diferenciación.
Perspectivas del sector para 2024
El mercado de moda en Colombia mueve $34 billones, equivalente al 10% del PIB industrial y al 1% del PIB total. “Aunque las exportaciones cayeron un 5%, el sector sigue generando más de 1,2 millones de empleos”, comenta Loaiza.
Estados Unidos, Ecuador y Perú son los principales socios comerciales, pero es clave diversificar. “La estrategia ambidiestra permite consolidar el mercado local mientras se exploran oportunidades en nuevos mercados”, agrega.
En cuanto a las tendencias de consumo pospandemia, el mercado femenino sigue liderando, pero el crecimiento del activewear y el streetwear es notable. “La tendencia Gorpcore, que mezcla moda técnica con lo casual, es un ejemplo de cómo los consumidores buscan prendas funcionales”, explica Loaiza.
Añade: “Hoy, las personas quieren ropa que les sirva para el trabajo, pero también para enfrentar el clima o hacer ejercicio. Esto marca una gran oportunidad para el sector”.
A pesar de la caída en exportaciones, el sector moda en Colombia sigue en evolución. “El reto es adaptarse a un consumidor más consciente y a un mercado global competitivo”, concluye Loaiza. “La diferenciación y la digitalización serán claves para el crecimiento del sector”.