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Las exportaciones recularon un 3,1%, y las importaciones un 2%, en un contexto de ralentización de la demanda y caída de los precios de la energía

El comercio de mercancías retrocedió en el segundo trimestre en los países del G-20, un dato negativo que expone las incertidumbres que rodean la evolución de la economía global. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las exportaciones de bienes cayeron un 3,1%, y las importaciones un 2% frente al primer trimestre medidas en dólares estadounidenses, “reflejando la debilidad de la demanda mundial y la disminución de los precios de las materias primas, en particular de la energía”, apunta el comunicado del organismo.

La caída de la energía afectó especialmente a las transacciones desde Estados Unidos, que vio como sus exportaciones se redujeron un 5,7% y sus importaciones un 2%. Esto no implica que hayan realizado menos envíos al exterior, sino que al abaratarse los precios del gas y el crudo, dos de los productos que más ingresos les reportan, también se reducen sus ingresos. En la vecina Canadá, el comportamiento del comercio fue algo mejor, pero igualmente en números rojos: las exportaciones descendieron un 3,7%, y las importaciones se mantuvieron planas, sin cambios.

La estadística lanza así un nuevo jarro de agua fría tras el crecimiento de las exportaciones del G-20 en el primer trimestre, cuando avanzó un 2,2% impulsado por China. La tendencia, en cualquier caso, no es optimista: en tres de los últimos cuatro trimestres ha caído el comercio de mercancías, y los primeros datos que se han conocido de China en julio, con fuertes retrocesos de exportaciones e importaciones, no dan motivos para pensar que la situación mejorará a corto plazo.

En el caso de la Unión Europea, las ventas de mercancías al exterior descendieron en Alemania e Italia, pero crecieron en Francia gracias al sector aeronáutico. En el conjunto del club comunitario, la rebaja del precio de la energía, que compra mayoritariamente en el exterior, hizo que las importaciones se contrajeran un 1,2%. El Reino Unido, por su parte, resistió con las exportaciones de mercancías en positivo, concretamente un 2,1%, gracias a la solidez de sus ventas de maquinaria y equipamiento de transporte.

Entre otros datos, la OCDE destaca que las exportaciones desde China, considerada la fábrica del mundo, cayeron un 5,7% en parte por la menor demanda de productos electrónicos. Y Japón y Corea del Sur experimentaron fuertes retrocesos de sus importaciones (8,1% y 7,9% respectivamente) por el descenso de los precios energéticos, que redujo la factura que pagan. Lo contrario ocurrió con Australia e Indonesia, que vieron reducirse sus exportaciones por el descenso de los precios de las materias primas.

En el caso del comercio de servicios, la caída fue más abrupta. Las exportaciones pasaron de crecer un 4,5% en el primer trimestre a avanzar solo dos décimas en el segundo. Mientras las importaciones también se derrumbaron del 8,8% al -0,6%. En Estados Unidos, el menor gasto en transporte y viajes estuvo detrás de la caída de sus importaciones de servicios un 1,3%, los mismos motivos que en Francia, donde fue más pronunciada (-7,2%).

En el lado positivo, las importaciones de servicios mejoraron en el Reino Unido un 2,9% por las mayores compras ligadas a los negocios y la propiedad intelectual financiera. Las exportaciones crecieron en Australia por el crecimiento de los viajes y transporte de pasajeros, y en Corea del Sur por los servicios de información y comunicación, viajes y finanzas.

La Organización Mundial del Comercio prevé para este año un crecimiento del comercio mundial de solo el 1,7%, muy por debajo del incremento del año pasado (2,7%), y del promedio de la última década (2,6%).

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