Noticia tomada de: https://www.elcolombiano.com/negocios/empresas/asi-se-exportan-flores-desde-el-oriente-antioqueno-EI21388518

Exportar este producto requiere planeación y la intervención de operadores logísticos y de diversas autoridades.

La tarde del miércoles la terminal de carga del aeropuerto José María Córdova de Rionegro fue un hervidero. Los furgones frigoríficos de las empresas cultivadoras de flores del Oriente antioqueño llegaban para tomar turno y cumplir a tiempo con los últimos despachos de temporada dirigidos a clientes en el extranjero, para la celebración del Día de la Madre.

Parte de la faena se había cumplido en la mañana en los invernaderos, donde fueron cortados y recolectados los tallos, que fueron limpiados, seleccionados y empacados para iniciar la cadena de frío necesaria para llevarlos hasta las tiendas de Estados Unidos, principalmente.

Y es que este festejo representa el pico de ventas para los floricultores paisas, pues la amplia variedad provoca que sean las más demandadas. Del portafolio hacen parte hortensias, crisantemos, astromelias, snapdragon y follajes.

“De cada tres flores que se venden en Estados Unidos, dos provienen de Colombia”, aseguró Marcos Ossa, director en Antioquia de Asocolflores, quien añadió que para esta fecha se exportaron unas 13.000 toneladas de material vegetal, por valor de US$63 millones.

Los últimos pasos

Aunque la siembra de flores para festejar a las madres arrancó 13 semanas atrás, las horas previas al despacho son tan importantes como los cuidados que se debieron tener en las tareas de riego o control de plagas, y en las condiciones ambientales asociadas a temperatura y luminosidad.

Uno de los trámites cruciales en la terminal de carga se adelanta en el laboratorio de inspección agrícola del ICA, donde el personal a cargo debe acreditar que las flores cumplen con las exigencias de los países de destino.

Aleatoriamente se revisa por lo menos el 10% del cargamento, para evitar el envío de insectos o sus huevos, babosas, raíces de las plantas e incluso tierra.

“Hallazgos significativos tras las revisiones impiden emitir las certificaciones y provocan el rechazo de las flores. Es algo que ocurre con mucha frecuencia. Hay autoridades sanitarias muy exigentes como las de Chile, Uruguay, El Salvador y Panamá. Y en Australia, por ejemplo, a una empresa que incumpla la normativa en tres veces no le vuelven a recibir mercancías, la suspenden y debe iniciar un nuevo trámite de certificación”, comentó uno de los funcionarios del ICA.

Con la documentación fitosanitaria en regla, el siguiente paso para exportar debe surtirse ante la autoridad tributaria y aduanera, es decir la Dian.

Sonia Uribe, directora seccional de Aduanas de Medellín, explicó que la empresa debe estar registrada como exportadora para poder acceder a los beneficios tributarios (devolución de IVA).

Además de presentar una solicitud de embarque o de despacho de mercancía se debe informar el momento en el que el cargamento esté en el aeropuerto. “Del total del despacho un 5% es sometido a inspección”, explicó la funcionaria.

En el José María Córdova el proceso se cumple con los escáneres de las aerolíneas que transportan carga y el acompañamiento de la Policía Antinarcóticos. En ausencia de hallazgos la Dian deja constancia de que el embarque cumple la normativa, y las cajas de flores pasan a la cámara de paletizaje, que está entre 2 y 8 grados de temperatura.

Allí el personal de la aerolínea se encarga de verificar las guías de vuelo, contar y pesar la carga. También ordenan y posicionan las cajas ajustándose a las características del avión, por eso algunas pilas como las que van en el centro de la nave pueden ser más altas que las que van en los costados o bodegas inferiores, y en todas casos se aseguran con una malla para que no se desarmen durante el viaje.

Según Tito Zuluaga, gerente de Operaciones de Avianca Cargo, entre miércoles y jueves sus operarios despacharon unas 300 toneladas de flores o 15.000 cajas, en 4 vuelos con destino a Miami.

Cuando el cargamento está en la aeronave se emite otra guía o declaración de exportación, con la que la empresa responsable del despacho puede reclamar la devolución de IVA a la Dian. “Nuestra intervención puede tardar entre una hora o 24 horas, y uno de los retos es reducir estos tiempos para ser más eficientes”, declaró Uribe.

La terminal de carga

Cuando se habla del José María Córdova la atención se centra en la operación asociada a la movilidad de pasajeros y pocas veces al flujo de carga que sale y entra por el complejo aeroportuario.

Javier Benítez, gerente del aeropuerto, destacó la integración de los diferentes actores de la cadena exportadora para lograr la mayor eficiencia en los despachos, para cumplir los compromisos de carga en temporadas especiales.

“Por ejemplo, en un mes promedio podemos mover cerca de 7.000 toneladas, pero en los meses de abril y mayo, que es una temporada alta, este número se acerca a las 60.000 toneladas, incremento que se ve reflejado en el aumento de las operaciones aéreas”, mencionó Benítez.

Resaltó que además de flores, por el terminal aéreo de Rionegro salen textiles y ganado, y el servicio es prestado por empresas como Avianca Cargo (anteriormente Tampa), Latam Cargo, LAS, Fedex y DHL.

Y aunque la actividad exportadora es mayor, por Rionegro llegan del exterior electrodomésticos, aparatos electrónicos, prendas de vestir, animales, autopartes y productos químicos, en volúmenes bajos.

Uribe precisó que en marzo se exportaron desde el José María Córdova mercancías por US$259 millones, y consideró que las cifras seguirán ascendiendo.

Por lo pronto, los festejos de Madres, San Valentín, Pascua, y de Todos los Santos, en diferente meses del año, seguirán impulsando las exportaciones de flores desde el Oriente antioqueño.

Pequeños productores piden pista

La Secretaría de Desarrollo Económico de Rionegro intenta apoyar el emprendimiento de 220 pequeños cultivadores, que en ese municipio siembran 139 hectáreas de flores, en las veredas Pontezuela, El Carmín, Cabeceras y Cuchillas de San José. El acompañamiento de la subsecretaría de Desarrollo Agropecuario es de asistencia técnica y acompañamiento en los cultivos.

Según Alejandro González, funcionario de esa dependencia municipal, estos productores se dedican a la siembran de hortensias, girasoles, áster, solidago, aves del paraíso y ruscus, generando 420 empleos directos en promedio.

“La idea de la alcaldía es poder asociar a estos floricultores”, comentó González, quien le pidió a Asocolflores asesoría y apoyo para tecnificar a ese grupo de pequeños floricultores e insertarlos a la cadena exportadora.

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