La madurez del sector minero en algunos países del mundo, ha hecho que la calidad de vida de gran parte de sus habitantes se encuentre por encima de los promedios mundiales para países con similares condiciones geológico-mineras. Nacionalizar industrias de minerales específicos, prohibir la exportación de minerales sin procesar, restringir la exportación de minerales en bruto, son algunos ejemplos que países poseedores de importantes reservas minerales (de minerales de la transición energética) han tomado para defender su industria, entre otros se encuentran países como México, Chile, Indonesia. Pero la pregunta que hay que resolver es: ¿es esta la solución al aprovechamiento máximo de las riquezas naturales y minerales que poseemos en el subsuelo?
Cada una de las anteriores estrategias tiene tanto de largo como de ancho y específicamente para el caso de Colombia, son más las preguntas alrededor de cuál modelo adaptar, definir o tropicalizar, para de esta manera aprovechar al máximo la riqueza mineral que poseemos en el subsuelo.
En primer lugar, nacionalizar industrias minerales específicas, es una estrategia que se encuentra lejos de ser implementada en nuestro país, ya que, para que ello ocurra se deberá tener en cuenta que existen una cantidad importante de recursos financieros, económicos y humanos, que permitan por medio de la nacionalización, que esta industria sea importante en el escenario global. Colombia, cuenta con prioridades más urgentes como los temas de salud, educación, infraestructura, tecnología, para pensar en nacionalizar con recursos públicos la industria minera.
Seguidamente, prohibir la exportación de minerales sin procesar, implicaría que nuestro país, cuenta con la capacidad e infraestructura instalada para procesar, beneficiar y refinar todos y cada una de las menas minerales (tanto metálicas como no metálicas y de minerales base) y convertirlas en subproductos o productos de uso final. A excepción del carbón térmico, seguido por las esmeraldas, en un porcentaje por encima de 90% todas nuestras exportaciones de minerales metálicos se llevan a cabo en concentrados o en productos sin procesar, sin añadir valor.
En tercer lugar, restringir la exportación de minerales en bruto, como lo ha hecho Indonesia, pudiera ser una salida, pero en caso de Colombia, reiteramos los puntos comunes que hemos planteado en esta columna. Existen otros problemas o desafíos más importantes que atender sobre los temas mineros. Vale la pena mencionar, que el sector minero desde la exploración hasta el cierre, pasando por la extracción y procesamiento, es un sector que se caracteriza por ser altamente intensivo en capital de riesgo.
Finalmente, el modelo a seguir (tomando lo mejor de México, Brasil, Chile o Indonesia) en todo el tema de la definición de la estrategia minera desde lo productivo y del comercio internacional, deberá tener en cuenta que es necesario crear empleos de mejor calidad, tener acceso a tecnologías de punta, disminuir las brechas de desigualdad y acceso a bienes y servicios esenciales para el bienestar humano, y todo lo anterior se puede lograr definiendo un modelo económico que parta de la base de conocer de manera clara y precisa los recursos minerales que tenemos en el subsuelo.
