A lo largo de este año, miles de empresarios colombianos han tenido que adaptar sus negocios al sube y baja de aranceles impulsado por el Gobierno de Estados Unidos. Desde empresas medianas de guacamole y chocolate hasta grandes multinacionales, las compañías han tenido que acomodarse para no hundirse en la coyuntura y, por el contrario, ver cómo le sacan provecho. Esta es la historia de algunas de ellas.
Un sube y baja. Esta es la metáfora más adecuada para describir las emociones que han tenido que enfrentar en los últimos meses miles de exportadores colombianos. El tira y afloje del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con su política de aranceles no ha sido sencillo de manejar, y varios empresarios han tenido que ajustarse para sortear la incertidumbre de sus cambiantes decisiones.
Colombia no es un país de empresas exportadoras. No es sencillo montar una compañía y mucho menos expandir un negocio a otros mercados. Apenas el 0,5 por ciento de las empresas registradas en Colombia exportan, apenas unas 9.300 compañías frente a las 1,7 millones que existen en el país, según datos de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
Las empresas que exportan tampoco son grandes, así como la mayoría de compañías colombianas. El 90 por ciento del valor total de las exportaciones depende de 400 empresas. Exportar es difícil, y más cuando las condiciones cambian a todo momento.
Javier Díaz, presidente de Analdex, asegura que a Colombia le ha ido “relativamente bien” con los aranceles. Está entre los países con la tarifa más baja -10 por ciento- lo que nos deja en una buena posición frente a la competencia de otros países, a excepción de México, que tiene suspendidos los aranceles del 25 por ciento y está actualmente en una negociación.