Mientras el Ministerio de Comercio busca abaratar insumos importados para la confección, el Ministerio de Agricultura defiende la producción nacional de algodón. En el medio, 490.000 empleos y el futuro de una cadena que teje el desarrollo rural con la industria manufacturera.
El Gobierno enfrenta una diferencia inusual entre dos de sus ministerios, normalmente alineados.
Comercio defiende un decreto que reduce a cero los aranceles de importación para diez insumos clave de la industria textil, confecciones y calzado; mientras que Agricultura, sin oponerse, ha presentado observaciones técnicas para evitar que la medida termine debilitando la cadena algodonera nacional.