Este año hubo un incremento del 130% en transporte de contenedores desde y hacia las instalaciones; los productos de exportación se diversifican; además de pescado, hay envíos de papas congeladas, kiwis y químicos, entre otros
MAR DEL PLATA.-La silueta de buques portacontenedores frente a estas playas comienza a integrarse a la postal de la costa marplatense con escalas que se multiplican, en su mayoría en procura de mercaderías de la ciudad y la región del sudeste bonaerense con destino de exportación.
Este ritmo en crecimiento, que se hizo notorio desde comienzos de este año, permitió un incremento del 130% en el movimiento del transporte de cargas hacia y desde el puerto de Mar del Plata. Un salto importante no solo por el volumen sino por un proceso sostenido, casi una novedad frente a una historia no muy lejana plagada de sobresaltos e incluso largas interrupciones que supo sufrir esta terminal marítima por problemas de dragado.
En condiciones óptimas de navegabilidad durante estos últimos años para el ingreso y egreso de buques de poco más de 180 metros de eslora, con licitación en marcha para una nueva obra de mantenimiento de profundidad y ancho de canal, espejo de agua interior y postas de amarre, estos muelles viven días prósperos y -por sobre todo- de enorme potencial a corto plazo.
La instalación en la ciudad de la multinacional Lamb Weston, que invierte más de us$300 millones en la ya muy avanzada construcción de la planta de procesamiento de papas congeladas, promete cambiar definitivamente la dinámica exportadora de este puerto cuando a partir del año próximo esa firma despache desde estos muelles la mayor parte de su producción.
“De frecuencia quincenal seguramente estaremos dando el salto hacia escalas semanales”, anticipa Emilio Bustamante, uno de los responsables de Terminal de Contenedores 2 (TC2), la operadora que se ocupa de la carga y descarga de todas las mercaderías que se importan o exportan a través de este puerto.
Ese nuevo actor en el mercado habla de otra característica que empieza a exhibir el perfil del puerto marplatense: la diversificación de la carga. La pesca, que dominó y fue casi exclusivo protagonista a la hora de los envíos al exterior, ahora comparte cubierta y bodega de buques con una variedad de productos que van desde kiwi del cordón frutihortícola regional hasta químicos que se elaboran a no más de cinco kilómetros del punto de amarre y zarpada de los portacontenedores.
Marcos Gutiérrez, presidente del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, confirmó este muy buen arranque de año con casi 26.000 toneladas despachadas desde los muelles marplatenses. Si se mide en teus, se pasó de 788 en el primer semestre de 2023 a 3919 en mismo período de este año, cifra esta última que incluye el movimiento de descarga de vacíos para generar disponibilidad en la plaza. “Estamos avanzando en el posicionamiento y consolidación de este puerto como un fuerte polo de exportación de los productos de nuestra ciudad y la zona”, aseguró a LA NACION.
Esta alentadora realidad es producto de la incorporación de los servicios de la naviera CMA CGM, que desde principios de mayo incorporó a Mar del Plata a sus rutas y propuso un buque que cada 15 días una estos muelles con el muy potente puerto de Santos. Desde comienzos de mayo dispone del buque portacontenedores Platón para cubrir esta denominada ruta “Atlas”, que permite a las empresas locales o de la zona colocar sus productos en Brasil en no más de 4 días. O, con ese escala previa, en una semana si el destino final fuera Europa.
Amplía y complementa esta oferta que hasta fines de este primer cuatrimestre de 2024 estaba limitada a las operaciones de Maersk, única alternativa con la que contaba Mar del Plata para el ingreso y egreso de mercadería por vía marítima. Significaba un recorrido más extenso y complejo, ya que los buques de esta naviera continuaban hacia puertos del sur y recién desde aquel extremo emprendían viaje hacia Montevideo y otros destinos del norte.
Las señales de crecimiento también se advierten sobre suelo firme. Muy cerca de la propia terminal portuaria y en un radio de no más de 3000 metros se están levantando al menos tres nuevas cámaras frigoríficas de gran capacidad que aspiran a ser espacios de acopio de la mercadería fresca que despachará desde este puerto. La compra de frío aparece como un negocio complementario dentro de este contexto. Alcanza al circuito de frutas y hortalizas hasta la expectativa que existe para que la carne también encuentre su lugar en este canal logístico.
“Se ha sumado una ruta directa entre Mar del Plata y Santos que tiene frecuencia periódica y que resulta muy beneficiosa para los operadores porque acorta los tiempos de envío y también los de cobro de esa mercadería”, explicó a LA NACION el secretario de Desarrollo Productivo, Innovación Tecnológica e Inversiones del municipio de General Pueyrredon, Fernando Muro. “Lamb Weston tiene acordado un compromiso para sacar su carga por el puerto, y eso será un volumen muy importante”, ratificó.
La producción de esta ciudad y la zona tienen una historia muy ligada al transporte terrestre. La mayor parte de la pesca que se descarga de buques en el puerto de Mar del Plata viaja en camión para su exportación vía Buenos Aires. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con Mc Cain, una planta de procesamiento de papas que tiene instalaciones en Balcarce. Supo hacer algunas experiencias con la terminal marplatense. Ahora vuelve a medir resultados con la nueva ruta de CMA CGM a Brasil, principal destino de sus mercaderías.
“El barco es el medio más económico de transporte, el que menos contamina y la huella de carbono empieza a ser determinante en particular para las exportaciones hacia el mercado europeo”, resalta Muro.
Las ventajas tienen que ver también con la disponibilidad del servicio y las necesidades del cliente que desde el exterior requiere un envío. “Ahora es el cliente el que define a dónde quiere que vaya la carga”, afirmó Esteban Materia, de la firma Materia Hnos, que hace medio siglo comenzó fabricando jabón y hoy exporta oleoquímicos para industrias tan variadas que van desde la cosmética a la pintura y la alimentación. “Si los tiempos dan y el cliente está de acuerdo, los valores cambian mucho”, dijo a Radio Brisas tras su primer y reciente despacho desde el puerto de Mar del Plata, alternativa a su habitual salida por Dock Sud.
Esta reaparición en escena de Materia Hnos. implicó otra novedad para el puerto local: la utilización de isotanques, un formato elegido para el transporte de líquidos a granel. En este caso químicos.
Es parte de la adecuación a la demanda y también de un aggiornamiento del puerto a los nuevos tiempos. De hecho, la operatoria de carga y descarga tiene por el momento prestadores con permisos que se renuevan por plazos cortos.
Se está en instancia de preparación para una licitación de esa terminal, paso que se daría el año próximo y que implicaría un proyecto de inversiones pensado al menos por las próximas dos décadas, también con desarrollo de infraestructura.
Es sumar capacidad y competitividad en un mercado que está en crecimiento. El municipio acaba de anunciar un segundo parque industrial para atender la demanda de empresas interesadas en instalarse en este distrito. El gobierno de la provincia de Buenos Aires completó la pavimentación y tiene pendientes los trabajos finales de señalética de la avenida de circunvalación que se desarrolló con el objetivo central de establecer una red vial suburbana que vincule de manera directa a la producción industrial con el puerto de Mar del Plata.
“Hay un proyecto que tiene el apoyo del gobierno de la provincia de Buenos Aires para que el puerto de Mar del Plata crezca, se desarrolle y dé respuestas a las necesidades de la ciudad y la región”, dijo Gutiérrez y destacó las reuniones que se vienen manteniendo con intendentes de la región para establecer una estrategia que permita que la producción de toda la zona encuentre su puerta a los mercados del mundo desde esta terminal. “Que tengamos más escalas y más carga nos significará más generación de empleo y más oportunidades”, dijo.
En este sentido puntualizó el impacto que podrá tener Lamb Weston una vez que tenga su planta industrial en plena producción, con un volumen de carga que implicará una demanda mayor de transporte marítimo, siempre en esa ruta directa a Brasil. Destacó que “el puerto apuesta con obra pública para acondicionar sus zonas operativas y estar a la altura de las nuevas exigencias”.
Esta coyuntura encuentra al puerto de Mar del Plata en medio de otro inesperado desafío, al menos hasta hace algunos años. Durante los últimos meses fue referencia y base logística para el primer proyecto de exploración petrolera que se emprendió frente a costas bonaerenses. Si bien los resultados no fueron los esperados en términos de encontrar hidrocarburos, las empresas involucradas tienen grandes expectativas en la zona y en septiembre se iniciará una nueva etapa.
Esa operatoria impactó sobre la dinámica de muelles con escalas frecuentes de buques “suppliers” que en Mar del Plata concretaban los recambios de personal, combustible, y el transporte de equipamientos, insumos y víveres para la zona donde se hicieron la exploración y luego las perforaciones.
Primero fue el turno del proyecto liderado por la noruega Equinor. Ahora será turno de otro que encabeza Shell.
Aquí se destacan los servicios que se brindaron frente a esa demanda, a la par del incremento de la dinámica de comercio exterior del puerto marplatense. La pesca, según datos, duplicó los despachos por este puerto respecto de los realizados en la primera mitad del año pasado.
Y se espera que más allá del mercado de papas congeladas,con Mc Cain y Lamb Weston, que pueden mover volúmenes muy significativos, haya otro gran potencial. “Hay producción diversa en el hinterland de Mar del Plata y deberíamos lograr que se canalice por este puerto”, señaló Bustamante. El kiwi, por ejemplo, crece a grandes escalas entre Mar del Plata, Miramar y cercanías.
También hizo hincapié en la importación, que si bien por ahora tiene bajos indicadores da una opción a las empresas de la región. Por esta terminal están ingresando maquinarias, herramientas, insumos para la industria y algunas materias primas, en su mayoría con destino a plantas instaladas en el Parque Industrial.
Un buen momento para analizar este auge será a comienzos del mes próximo. El 6 de septiembre, en Playa Grande, se organiza un encuentro en el que coincidirán empresas operadoras, autoridades provinciales y municipales, navieras y empresas involucradas en el circuito de importaciones y exportaciones. Allí analizarán el panorama actual, el mapa de negocios y el rumbo. Al momento hay conformidad y optimismo. Comercio exterior en Puerto de Mar del Plata, otra vez, con viento en popa.