Noticia tomada de: https://www.portafolio.co/economia/finanzas/reforma-tributaria-arancel-de-40-a-importacion-de-ropa-divide-a-los-gremios-573614
Mientras confeccionistas celebran la medida, comerciantes y exportadores señalan que se producirá un incremento del 30% en el costo.
n nuevo episodio arancelario divide -una vez más- a los comerciantes, agentes de comercio exterior, académicos y confeccionistas colombianos. El Gobierno Nacional plantea la exigencia de un gravamen del 40% a las importaciones de confecciones, una medida estructurada entre los Ministerios de Comercio y Hacienda, que reemplazaría al actual impuesto del 15%.
El presidente Gustavo Petro señaló que este impuesto “permitirá” el desarrollo de la industria de confecciones en el país, así como frenaría “el gran contrabando”.
A diferencia de la actual norma, la presente no tendrá ningún tipo de umbral por precio o kilogramo bruto para esas importaciones desde una nación más favorecida.
El borrador de decreto refiere que no se modificarán programa alguno de desgravación y que el Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior revisará anualmente este gravamen.
“Vemos que el nuevo gobierno ha adaptado este planteamiento de defender la industria y el empleo nacional, teniendo en cuenta que el sector moda genera el 29% del empleo formal de toda la industria”, dijo Camilo Rodríguez, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines.
Rodríguez explicó que con esta medida el sector de las confecciones no está pidiendo protección, sino una “defensa comercial a través de los mecanismos de la OMC” con el objetivo de “defendernos” del medidas como el dumping.
De acuerdo con las cifras entregadas por el gremio de confeccionistas, en el primer semestre de este año, las importaciones del sector moda sumaron US$1.417 millones, al tiempo que las exportaciones solo fueron de US$439 millones. “Tenemos un déficit en la balanza comercial y con esto estaríamos incrementando y generando empleo en nuestro país y ayudaría a corregir el desbalance que tenemos actualmente”, dijo Rodríguez.
Con esta modificación y adicionalmente con la reapertura con Venezuela, los confeccionistas esperan generar cerca de 200.000 puestos de trabajo.
Los reparos
Los agentes del comercio exterior fueron de los sectores que rechazaron la medida.
“Me parece inconveniente, pues castiga al comercio formal y le aumenta la rentabilidad al contrabando. Con una devaluación del 31% y un arancel del 40%, el margen para el contrabando es inmenso”, dijo Javier Díaz, presidente de Analdex.
Según la Dian, las aprehensiones de materias textiles, sumaron $91.579 millones en 10 meses de 2022, 7,8% más que en el mismo período del año 2021.
Al enfatizar sobre este último punto, vale recordar que gran parte de la ropa que ingresa a Colombia lo hace por medio de China y Panamá, dos países con los que no hay pactos comerciales.
Miguel Espinosa, presidente ejecutivo de la Fitac, dijo por su parte que de establecerse este nuevo gravamen, también se le aplicaría a grandes fabricantes nacionales, que confeccionan fuera de la geografía local. Además, alertó que “otros países que hacen parte de la Organización Mundial Del Comercio podrían hacer lo mismo con los productos exportados desde Colombia”.
El gremio de comerciantes, Fenalco, advirtió que los costos para los consumidores colombianos serían del 30%. “No parece ser una estrategia para que Colombia se vuelva una potencia regional en las confecciones”, dijo el conglomerado, que pidió convocar mesas de trabajo para tratar esta discusión.
Camilo Herrera, fundador de Raddar, prevé que producto del nuevo gravamen y el alza de los precios de las prendas, “se dé un desabastecimiento de mercado en algunas categorías”.
De acuerdo con los datos de la consultora, para septiembre de 2022, las compras de prendas por parte de los colombianos crecían al 0,8% frente al año pasado y 4,3% en el dato anual.
Herrera recordó a su vez que “la cadena de producción textil confección moda de Colombia depende del mundo” y suponer que se frenarán las importaciones y aumentará la producción “es un supuesto muy fuerte”, porque “no se dan los incentivos necesarios ni las capacidades” para que esto pase.
Sobre esto, Andrés Castro, decano de Negocios de la U. Piloto, señaló que se debe “establecer dentro de la cadena productiva completa un favorecimiento de los gravámenes para la industria nacional”.
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