A pesar de contar con un panorama positivo, las ventas externas no lograron superar la meta de US$1.000 del Mincomercio.
Las exportaciones de Colombia hacia Venezuela crecieron un 47% entre enero y noviembre de 2024, alcanzando un total de US$885,5 millones. Este resultado, aunque positivo, no logra cumplir con las expectativas iniciales del Ministerio de Comercio, que proyectaba superar los US$1.000 millones en ventas externas hacia el vecino país.
De acuerdo con cifras de la Dian, analizadas por Analdex, Venezuela se posicionó como el doceavo mercado más importante para las exportaciones colombianas, aunque se esperaba que ingresara al top 10.
Entre los productos más exportados destacan la confitería, la leche en polvo y en otras presentaciones, las bombas centrífugas, y aceites de soya y palma. Los principales departamentos exportadores fueron Bogotá, Antioquia, Valle del Cauca y Norte de Santander.
Además, sobresalen los crecimientos en rubros específicos como los tubos de producción para extracción de gas o petróleo, que registraron un incremento del 491%, y las preparaciones para alimentación de animales, que aumentaron un 1.311%.
“En general, el resultado es positivo, al tener en cuenta los vaivenes políticos que han pasado en Venezuela. Sin embargo, el Ministerio de Comercio proyectaba superar la barrera de los US$1.000 millones en exportaciones en 2024, no obstante, no parece que se vaya a alcanzar. Esperemos que la incertidumbre que viene durante los próximos días no afecte de manera contundente este buen avance en materia comercial”, declaró Javier Díaz, presidente de Analdex.
El restablecimiento de las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela enfrenta varios desafíos. Díaz enfatizó la importancia de contar con garantías y confianza para desarrollar negocios entre las partes, especialmente en un contexto donde la reactivación de sanciones contra Venezuela podría afectar su economía y reducir la demanda de productos colombianos.
“Es fundamental que Colombia siga manteniendo algunas medidas de cautela en el comercio con Venezuela. Una exhaustiva debida diligencia para el conocimiento del cliente, garantizar el pago anticipado, y revisar los posibles retos logísticos y de seguridad son aspectos cruciales para fortalecer estas relaciones comerciales”, agregó.
Las empresas colombianas también desempeñaron un papel destacado en este crecimiento. Entre las principales exportadoras hacia Venezuela se encuentran Super de Alimentos, Baker Hughes de Colombia, Colanta, CI Business & Global Projects, Agroquímicos Semillas y Equipos de Riego, Tenaris Tubocaribe y Colombina.
Por otro lado, las importaciones desde Venezuela sumaron US$112 millones entre enero y octubre de 2024, lo que representa un leve crecimiento del 2,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Según datos proporcionados por el Banco Central de Venezuela, el país enfrenta una inflación interanual del 398% al cierre de noviembre de 2024, un factor que podría condicionar su capacidad de importar productos. A pesar de estos retos, las reformas económicas implementadas por el gobierno venezolano han generado una ligera mejora en el acceso a divisas, lo que ha permitido un incremento en las transacciones comerciales con Colombia.
Adicionalmente, se ha registrado un crecimiento en la demanda de productos de consumo básico y bienes intermedios, debido a la recuperación parcial de ciertos sectores industriales en Venezuela.
El panorama futuro de las exportaciones hacia Venezuela también dependerá de factores externos, como el contexto político en el vecino país y en Estados Unidos. “Hay que estar atentos con lo que pueda suceder con el nuevo mandato en Venezuela y también con la postura de Donald Trump con este país, dado que podría afectar la capacidad de compra del vecino país. Recordemos que Venezuela llegó a ser, a finales de la primera década del siglo XXI, el primer socio comercial de Colombia”, puntualizó Díaz.
Adicionalmente, un aspecto que podría dinamizar las exportaciones en el mediano plazo es la posibilidad de exportar café procesado a Venezuela. Para ello, se requiere un certificado de insuficiencia de producción emitido por las autoridades venezolanas. Este desarrollo podría abrir nuevas oportunidades para la industria cafetera colombiana en un mercado tradicionalmente consumidor de este producto.
La cámara de comercio binacional también señaló la necesidad de mejorar la infraestructura fronteriza y agilizar los procesos aduaneros, lo que permitiría un intercambio comercial más fluido y reduciría los costos logísticos para las empresas.
“Un punto clave para fortalecer las relaciones comerciales es garantizar la seguridad y la estabilidad en los pasos fronterizos. Esto beneficiará no solo a las grandes empresas, sino también a las pequeñas y medianas que dependen del comercio con Venezuela”, indicó un representante del gremio.